Un guardia de seguridad, Juan Carlos García, de 42 años, sospechaba que su esposa, Sandra, de 39 años estaba teniendo una aventura mientras él trabajaba los turnos nocturnos y planeó una trampa para “atraparla con las manos en la masa”, según la policía.
Esa noche el esposo y padre de tres hijos salió a trabajar como todos los días pero ya había sido alertado de que supuestamente el amante de su esposa acudiría a su casa en el Atlántico, Colombia.
Los tres hijos de la pareja estaban en la casa cuando García fue informado sobre la cita secreta de la pareja por los vecinos y siguió en el trabajo, esperó hasta el último minuto para encontrar a su mujer, Castellanos y el amante, Noe Gómez, de 35 año en el acto.
García se quedó en una casa de amigos y llamó a su esposa alrededor de las nueve de la noche para preguntarle si todo estaba bien en casa y si los niños ya se habían dormido, ella respondió que todo estaba bien que no se preocupara.
Minutos después el esposo regresó a casa de la familia y se encontró con la escena que aunque lo sabía no quería ver.
El amante con su esposa, en su cama y con los niños durmiendo en el cuarto de alado.
En ese momento García se llenó de ira y sacó una pistola, les disparó mientras ellos estaban desnudos en la cama.
Los agentes dieron a conocer que el esposo se entregó y confesó sus crímenes. Contó todo lo que había hecho y no mostró remordimiento ni lastima por las víctimas.
“Ella fue infiel y terminó con mi honor como un hombre. Todo lo que hice fue quitar a la mujer que destruyó mi vida en este mundo “.
La policía dijo que García había sido puesto en prisión preventiva y se enfrentaría a audiencias judiciales en una fecha posterior.
Ahora los tres niños asistirían al funeral de su madre y seran atendidos por parientes.