Las tareas del ejército mexicano han sido limitadas dentro de un marco jurídico muy rigorista que los deja fuera de las labores de seguridad, y haciendo detenciones en flagrancia y no como primer respondiente
Las fuerzas del país son elementales para apoyar las tareas de seguridad pública y darle certidumbre a la ciudadanía, ya que estudios recientes indican que 6 de cada 10 mexicanos confían más en el Ejército Mexicano que en otras corporaciones, mencionó Álvaro González.
El experto en derecho penal, señaló que hoy las tareas del Ejército Mexicano han sido limitadas dentro de un marco jurídico muy rigorista donde los deja fuera de las labores de seguridad limitándolos a detenciones en flagrancia y no como primer respondiente.
“El Ejército no tiene la misma libertad que un policía de actuar para enfrentar la inseguridad que en estos momentos se vive lamentablemente en nuestra ciudad. Urge que nuestros legisladores trabajen en una reforma al Código Nacional de Procedimientos Penales, y se deje llevar por la exigencia social del restablecimiento de la paz social.
Si bien es cierto, el espíritu del Nuevo Sistema de Justicia Penal era entregar las labores de seguridad a los cuerpos civiles. La Constitución en el artículo 21 dice que deberán ser las instituciones de seguridad pública de carácter civil, disciplinado y profesional. Esto con el fin de contrarrestar tantas quejas que tenía la CNDH en contra del Ejército cuando existió una dura lucha frente ante el crimen organizado”, expresó.
Manifestó que las acciones en las que se emplean las Fuerzas Armadas con el objetivo de que se desempeñen en tareas de seguridad pública carecen de sustento legal, violando entre otros el artículo 129 de nuestra Constitución que señala que en tiempos de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar concurrente con el artículo 29 constitucional que regula la suspensión de derechos fundamentales en el país para que el Ejecutivo, con aprobación del Congreso, pueda hacer frente a situaciones o estados de emergencia.
Al Ejercito Mexicano se le debe empoderar, se le deben dar las herramientas jurídicas para no limitarlos y no esperar a que se llegue a números alarmantes para que de manera sorpresiva y al vapor se hagan las reformas necesarias, consideró.
“Si seguimos en este tenor sólo dejamos un gobierno que combate el delito con delito, que combate un honroso Ejército mexicano. Dejando al crimen organizado fuera del marco de la ley, permeándolo de ilegalidades que derivan impunidad y libertades por fallas en el debido proceso en el cual el ciudadano común piensa que son derivados de corrupción o que las leyes no están a favor de la ciudadanía.
Urge en nuestra ciudad una verdadera prevención, urge diálogo con los diferentes núcleos de la sociedad, que haya coordinación institucional, que no se limite sólo entre los titulares sino al igual entre la tropa y trabajen en pro de la sociedad. Sólo así gozaremos de paz pública sin dejar a un lado que los índices de homicidios bajarán cuando a los responsables de los mismos se les lleve ante los tribunales”, opinó.