Considerada como un trastorno del estado de ánimo, la depresión postparto ocurre inmediatamente después del nacimiento del niño o hasta un año más tarde, señaló Jonnathan Verdugo Lara psicólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada.
Explicó que no tiene una sola causa, sino que es consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales. No ocurre por algo específico, aunque es evidente que después de dar a luz los niveles de hormonas bajan rápidamente, generando alteraciones en el cerebro que provoca cambios en el estado de ánimo.
Mencionó que entre los factores comunes destaca un historial personal o familiar de depresión, dificultades en la relación de pareja, problemas con el embarazo, estrés, abusos emocionales-psicológicos y embarazos no planeados.
En cuanto a los síntomas, dijo que los más comunes incluyen sentimientos de tristeza, llanto espontáneo, ira inexplicable, falta de interés en actividades que le resultaban agradables, dolor de cabeza y aislamiento; además presentan problemas para crear un vínculo emocional con el bebé, dudan de su capacidad de cuidarlo y tienen pensamientos suicidas.
Es muy importante acudir al especialista si la tristeza posparto no desaparece después de dos semanas o los síntomas de depresión se vuelven más intensos, ya que existen tratamientos eficaces como la consejería o terapia, cognitiva- conductual e interpersonal. En caso de utilizar algún medicamento, es necesario que se tenga conocimiento de los riesgos y beneficios que implican para la madre y el bebé.
Asimismo, advirtió que sin tratamiento la depresión llega a durar meses, además de afectar la salud de la madre, interfiere con la capacidad para cuidar al pequeño y provocará problemas para dormir.
Destacó que el hecho de tener apoyo en la familia, amigos y compañeros de trabajo, ayuda a reducir la gravedad de la depresión. Por ello, recomendó buscar ayuda al sentirse abrumada o con temor de hacerle daño al bebé, concluyó.