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La noche de los Nahuales.- ¡El mandatario está solo!

by Benjamín M Ramírez
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¡Cuitláhuac!

 

Ha sido un informe simple. Sin fondo, sin evidencias, palabras sobre papel.

 

Es el mandatario que reconoce sus avances y su séquito le aplaude. Discurre avances en educación, en infraestructura carretera, en salud. La realidad lo confronta, le reclama, le revira.

 

Los ciudadanos quedan callados, quietos y temerosos. Cuidan lo poco que tienen y lo mucho que valoran, la vida.

 

En educación quiero cuestionarle por los aviadores en la SEV, principalmente en Colegio de Bachilleres, COBAEV y las componendas de la sempiterna dueña del SUITCOBAEV, Erika Ayala Ríos y su vástago; y la venia del titular de educación, Zenyazen Escobar.

 

En salud, quiero preguntar por la escases, —endémica— de medicamentos en los hospitales y centros de salud, la inoperancia de un sistema de salud que se cae a pedazos y la falta de salario para los trabajadores.

 

En inversión pública quiero inquirir sobre infraestructura carretera: principalmente la Costera del Golfo, la autopista Tinaja — Cosoleacaque y otras arterías que reflejan lo peor de Veracruz.

 

Y en materia de seguridad: que respondan los deudos, los desaparecidos, los que claman por justicia, los que vieron en el cambio de colores una esperanza fútil, banal, un espejismo: la inseguridad es la deuda imperecedera, no sólo en Veracruz, sino en todo el reino de la 4T.

 

Cuitláhuac está solo, como siempre. Es el matemático brillante de las conferencias magistrales, el hombre que conoce el infinito y, al mismo tiempo, el novato en las cuestiones de gobierno. Aún no aprende. 

 

Veracruz y su pueblo necesita alguien con sentido común: el que sepa las operaciones básicas, dos más dos son cuatro; si delinques eres enemigo del Estado, la justicia cumplirá su parte; la ciudadanía sentirá en el gobierno el cobijo y no el miedo, como el que se siente en el tránsito diario a cualquier hora del día o en el abordar el transporte público o el de circular por las carreteras.

 

Veracruz necesita menos genio y más ingenio; menos pretextos y más propuestas.

 

¡EVO!

 

Dice que regresará.

 

Es el presidente que salió desde abajo al igual que el Benemérito de las Américas. Sólo que Juárez  a diferencia del Aymara, jamás buscó el beneficio de los pueblos originarios. El indio en México no logró un clima de bienestar o superar la pobreza ancestral al que fue condenado desde los tiempos de la colonia.

 

Para lograr para Bolivia el desarrollo  alcanzado se necesita ser un visionario como Evo.

 

¡SIN AGUA!

 

A pesar de que la delegada de la Secretaría de Educación y Bienestar de Baja California, en Tijuana, Irma Martínez, anunciara que por los cortes en el suministro de agua no habría suspensión de clases, la interrupción de las labores escolares fue un hecho que delata la escasa o nula experiencia en el salón de clases de la otrora funcionaria pública emanada del PANAL. 

 

Lo que sí sabe la maestra es tejer alianzas. 

 

Los cientos de alumnos de un centro escolar deberán buscar opciones para suplir la carencia de agua en sus escuelas, aparte de otras penurias subyacentes a la noble tarea educativa: cada niño, un galón con agua. 

 

Lo que sí es cierto es que la suspensión e interrupción en el suministro de agua potable en la ciudad fronteriza será una constante. Debemos empezar a acostumbrarnos al servicio racionado, al tandeo y al aguachicol, como cualquier colono de la periferia.

 

Lo que sí es cierto es que sin un proyecto de desarrollo sustentable para Tijuana esta ciudad maquiladora de sueños está condenada a sucumbir. 

 

Por último, desde este espacio quiero felicitar a mis amigos que han logrado puestos administrativos en el gobierno entrante de Baja California. Estoy seguro que le darán al servicio público un nuevo rostro, más humano, más sensible a las necesidades de la población que debe ver en la administración pública un cambio radical en la forma de hacer gobierno.

 

No se les olvide: “esto pasará”.

 

México los necesita y Baja California los reclama. 

 

Enhorabuena, maestros de la transformación.

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