Maquiavelo goza de contento. Sin duda, sus más acérrimas máximas han sido llevadas de forma precisa, estricta, puntual, cabal y juiciosa en el reino de los veracruzanos.
«Nos la están poniendo difícil», me comenta vía telefónica, una activista de MORENA de larga estampa en el distrito XX, en el sur de Veracruz. Explica que al intentar el registro de los representantes de casillas algunos (180 de ellos) —de un total de 240 casillas, distribuidos en los 14 municipios veracruzanos que conforman al distrito XX— no fueron aceptados; otros que se habían dispuesto para representar a MORENA dijeron que siempre no, ya por ser beneficiarios del programa gubernamental PROSPERA, o por las promesas de beneficios de otros partidos o por las amenazas subyacentes al ser condicionados los apoyos de gobierno. La situación fue inmediatamente resuelta, manifestó.
El otro dato que refiere el Movimiento de Regeneración Nacional a través de un comunicado es la acción de la policía estatal al mando del gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, impidiendo con sus acciones a través de terceros, el ejercicio del derecho constitucional de libre tránsito y el de reunión, con el bloqueo a la libre circulación de los autobuses que transportaban a los simpatizantes y militantes de la coalición Juntos haremos historia rumbo al estadio de futbol Luis “Pirata” Fuentes, —según los detractores de AMLO un hecho deslucido—, debido a la poca concurrencia en el evento de Regeneración Nacional.
Refiere textualmente el comunicado: JUNTOS HAREMOS HISTORIA
Comunicado No. 52
“Yunes amenazó a transportistas para que no prestaran el servicio para el cierre de MORENA. […] que cuando solicitaron la macroplaza del malecón se las negaron sin que existiera un evento programado para este día. A Yunes le gusta el papel de justiciero, de jefe de campaña y descuida sus verdaderas responsabilidades, señaló la líder del Movimiento de Regeneración Nacional […]”.
El comunicado también denunció el bloqueo a la circulación por las carreteras estatales a los autobuses con dirección al puerto de Veracruz.
Pese a que el gobernador del estado de Veracruz pretenda apuntalar la candidatura de su vástago a la gubernatura del estado, así como otras postulaciones del clan YUNES, los encargados de la logística del evento de cierre de campaña de AMLO pecaron por su candidez, exceso de confianza, acción u omisión ante un veterano de la política y del orden interno, habiendo fungido como Secretario de Gobierno con Patricio Chirinos Calero y presidente del PRI estatal, amén de los otros cargos cobijados por Acción Nacional.
Yunes Linares cuando fue titular de las instancias de seguridad pública acumuló 17 recomendaciones de la CNDH por violaciones en materia de Derechos Humanos, así como episodios de represión y violencia, según lo consigna el diario La Jornada en su edición del 13 de enero de 2005, bajo el título de “ONG da cuenta del largo historial represor de Yunes”.
Lo que sí sabe hacer Yunes es el uso de la represión. En un episodio cuando fue presidente del CEE del Revolucionario Institucional “regañó” a más de un candidato, principalmente al abanderado por la ciudad de Coatzacoalcos, ya que no atendía a sus instrucciones para dar inicio al trabajo al que fueron convocados, tal cual un patrón reprende a un subordinado.
Ni qué decir cuando “en entrevistas de banqueta” se le cuestiona y las preguntas lo sacan de sus casillas. Ahí se muestra el verdadero cariz que lo caracteriza, siempre con gesto amenazador, perverso y malintencionado, según se puede apreciar en las entrevistas que ha concedido y a las que he podido tener acceso vía redes sociales.
Hasta hoy Yunes ha conseguido lo que ha querido porque Veracruz así lo ha considerado. Sin duda, el triunfo de su hijo empequeñecido por el vendaval que representa MORENA en el estado, lo puede catapultar en las próximas elecciones federales, amén que con el improbable triunfo de ANAYA, gozaría de un puesto clave que lo lanzaría a ocupar un puesto privilegiado —ya ha querido dirigir las filas y destino de Acción Nacional— para mantener vivas sus cartas credenciales y lograr junto al clan YUNES que encabeza, la primera magistratura del país.
Aspiraciones “sanas” del actual gobernador de Veracruz, siendo esto su principal objetivo, desatendiendo con estas distracciones la situación de violencia, desempleo, inseguridad y falta de obra pública, escenario al que se comprometiera cuando era aspirante a la gubernatura. “Trabajaré incansablemente por el bien de Veracruz los siete días de la semana”. Ahora, en entrevista acusa que tiene que descansar, que es domingo en la tarde. “¿Quién está haciendo proselitismo?”, inquiere. Y lleva la camisa con los logos de la coalición “Por México al Frente”.
El gobernador ocupado haciendo proselitismo cuando Veracruz requiere un gobernante que no se pierda en excusas, —que atienda los verdaderos flagelos con inteligencia y decisión—; o en las absurdas declaraciones de que la PGR habría girado orden de extradición en contra de la esposa de Duarte, o de los inmuebles que serían recuperados por su gobierno.
“Estoy muy contento, ha sido una batalla de muchos meses para lograrlo. A partir de estos dos primeros bienes recuperaremos varios más. En este momento hay la posibilidad de recuperar 12 inmuebles más, de toda esta cantidad enorme que compraron con dinero de los veracruzanos”, según informa el portal de Aristegui Noticias el pasado 20 de junio.
Con Yunes se repiten las viejas acciones de la dictadura salvadoreña. Las mismas promesas, los mismos engaños, un gobierno de represión y violencia. Un bienio de miedo y terror.
En Veracruz, MORENA está en la cancha para jugar el partido. Yunes es el árbitro y tiene el balón.
Dicen los veracruzanos, y yo lo sostengo: “Si el papá no pudo, cuanto menos el pequeño hijo”…
Veracruz no es una monarquía… Los castillos de la dinastía Yunes deben caer.
