Ahora que Ringling Brothers pone un fin a sus espectáculos con animales después de tantos años de explotación, crueldad y gracias a la presión y perseverancia de grupos de activistas defensores de los derechos de los animales, se ha revivido el ya trillado y engorroso debate sobre el futuro de los seres sintientes victimizados por este espectáculo, se hace reminiscencia de algunos casos aislados y uso de información tergiversada embarazada de amarillismo filtrada por parte de empresarios circenses a los medios donde se decía que la mayoría de los animales propiedad de los circos tras la prohibición de su uso en espectáculos en México habían muerto.
Pretendiendo desacreditar la iniciativa aprobada y buscando se diera marcha atrás, el objetivo era encender a la sociedad para que le volteara la espalda a los promotores de dicha iniciativa, creyendo inocentemente que el México de ahora seguía siendo el mismo de hace algunos años, donde nos creíamos todo lo que la madre televisora y los medios dijeran, donde la palabra de nuestros líderes de opinión y de su mecenas papa gobierno era la verdad absoluta, pero sobre todo que seguíamos inhábiles para utilizar la inteligencia y documentarnos por cuenta propia.
Pronto, como era de esperarse, la desinformación fue revelada y no les quedo más que aceptar que la medida era definitiva, cabe mencionar que sin embargo si hubo quien creyera las mentiras y condenara la bienintencionada acción de quienes trabajaron para que esto se hiciera posible y en redes sociales cuan tercos como convencidos protagonizaron acaloradas discusiones más llenas de pasión que de razón, pero para que un necio prospere se necesitaba un fanático que le discutiera y teniendo por adversario animalistas que también es sano y justo aceptar que se aferraban a la versión de que en lo absoluto ningún animal había perecido como resultado de la iniciativa, algo también ilusorio, uno y otro bando se cegaron a la necesidad de ganar el debate perdiendo por completo el impacto y significado del verdadero beneficio, si tan solo la gente dejara de perder el tiempo debatiendo si el vaso de agua esta medio lleno o medio vacio por que a final de cuentas solo se trata de un simple vaso con agua……pero bueno, son a veces estos dimes y diretes en las redes sociales quienes dan sentido a la existencia de algunas personas.
Sin restar la importancia a la vida de aquellos animales que si murieron producto de la ambición de los empresarios circenses quienes vieron truncada su principal entrada de ingresos buscando compensarla con la venta de estos a coleccionistas y cazadores furtivos mas que por la inicativa propia; que pudieron ser decenas, algunas centenas ¿por qué no? La corrupción en las dependencias encargadas de regular y llevar un censo exacto de los animales silvestres que ingresan al país legalmente provenientes de otros países y participaban en estos espectáculos han hecho por siempre la tarea imposible y el mercado negro ni se diga.
Pero más allá de estas vidas entregadas involuntariamente en sacrificio y cuyo propósito nos resulta en ocasiones difícil comprender, sépase que su muerte no ha sido en vano, porque son miles ….muchos miles aquellos animales que jamás tendrán que experimentar el dolor de la explotación y muerte para la diversión de un puñado de irreverentes lastres de la sociedad que aún siguen considerando del sufrimiento ajeno una diversión.
No existe causa social que no genere en su éxito daños colaterales, las pérdidas son el alimento de la razón que mantiene la mente fija en el objetivo principal….. ¿Ni una mas!
