Tijuana, 6 de mayo de 2022.- La Organización Mundial de la Salud retiró en 1990 la homosexualidad como parte del listado de enfermedades de salud mental y, desde entonces, se ha comprobado que las terapias de conversión para tratar de corregir esta orientación, ha causado durante décadas trastornos de comportamiento, ansiedad, depresión y estrés postraumático. Así lo expresó Israel Castro Ramos, paidosiquiatra y jefe del Área de niño, niñas y adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana.
“Por el contrario, existen estudios que comprueban el daño que pueden causar, pero no que haya un cambio en la expresión sexual, en la orientación sexual, además que hacen que el individuo sea vulnerable a cuadros depresivos, ansiosos, estrés post traumático hasta llegar al suicido y no ayudan a que el individuo se sienta pleno con respecto a las expresiones de su sexualidad” explicó.
Durante una conferencia virtual sobre las terapias de conversión, el especialista destacó que las terapias de conversión son estrategias psicológicas que se realizan para corregir la homosexualidad, sin embargo no existe estudios que validen su efectividad.
“Ser homosexual no es una condicionante de una disfunción, por lo tanto, las terapias de conversión no dan cabida a algo que se tenga que corregir. Lo que sí podríamos hablar son las consecuencias que pueden causar estas terapias. Cuando tratamos de corregir algo que no debe ser corregido, no solo influimos en la percepción del individuo sino también, cómo el individuo se expresa. Traemos un ambiente que puede generar más daños de los que buscamos” reiteró el representante del Hospital de Salud Mental de Tijuana.
Recordó que las terapias de conversión pueden ser tan agresivas que pueden incluir maltrato y podrían considerarse como un delito y por eso, muchas veces se aplican de manera clandestina, con poca o nula supervisión.
