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LA NOCHE DE LOS NAHUALES || Por Benjamín M. Ramírez

by Redacción tijuanaenlinea

 UNA PROPUESTA DE CONTRARREFORMA EDUCATIVA Y UN CONSTITUYENTE SIN COPY PASTE.

 

Ante la ola de propuestas y cambios en las estructuras de diversos programas y proyectos gubernamentales con el que se pretende corregir vicios anclados a lo largo de los últimos cuatro sexenios —con menoscabo de los privilegios de los de siempre— he considerado poner a su disposición una propuesta inédita de contrarreforma en el rubro de educación.

 

En el andamiaje de la contrarreforma que pretendo presentar a las instancias correspondientes, debo esbozar que Vicente Fox —el presidente del cambio— tuvo miedo de acabar de tajo con las prácticas que, ancladas en las profundas raíces de la praxis príista, constituían —en sí mismas— la filosofía subyacente en las políticas públicas con los resultados catastróficos en el México de hoy.

 

Sí. Fox negoció para continuar con la plataforma gubernamental o, bajo coacción, rehusó a dar un paso hacia adelante para llevar a cabo la transformación que el México del nuevo siglo esperaba y que, siendo candidato, pregonara hasta el cansancio: ¡Hoy! ¡Hoy! ¿Hoy?

 

Es por ello la urgente necesidad del cambio en el orden imperante hasta ahora. Y porque en este país se avanzaba en retroceso es necesario e inaplazable hacer una limpieza a profundidad, derribar las cúpulas abundantes en corruptelas y eliminar el olor rancio de las grasas saturadas en los ineficaces proyectos transexenales de los gobiernos de antaño.

 

Y la educación no puede ser la excepción, si en verdad se desea un cambio para que México entre en la ruta de la evolución educativa, en una transformación que cambie de raíz y que no sólo maquille la realidad con cifras inexistentes y porcentajes que elucubran un “hyperuranion” platónico, el de un escenario que sólo existe en los informes y escritorios de quienes tienen las riendas del poder. Porque la realidad es lo que imaginamos. Así ha funcionado este país.

 

Y sí, parecerá candorosa, pero no por ello cierto y genuino.

 

La contrarreforma versará en los siguientes segmentos y rubros.

 

1.- Gobierno

2.- Institucional

3.- Alumnos

4.- El aula

5.- Padres de familia

 

El gobierno fungirá como garante de la educación que, según la Carta Magna, está será laica, gratuita y libre.

 

El Estado garantizará que se educará en libertad por lo que se privilegiará el concepto de que cada plantel se ubica en contextos distintos, con sus propias dinámicas y demandas. La institución será el espacio idóneo y garante, en donde se forja el conocimiento, bajo el principio rector “Escuela para todos”.

 

La misión de la escuela será la búsqueda del conocimiento y el anclaje de nuevos derroteros en este campo, desechará la repetición de contenidos básicos, proyectará metas cada vez más exigentes en los nuevos saberes —en un infinito abanico de oportunidades— según transcurran los años lectivos.

 

La institución tendrá como áreas básicas a las matemáticas y la lectura. En estos dos grandes campos se aglutinarán los demás saberes. Se dará prioridad a las evaluaciones que evidencien los aprendizajes con pruebas de campo o experimentales, evaluaciones orales o demostraciones del dominio de los saberes siendo requisito indispensable un mínimo necesario.

 

El alumno-investigador estará en libertad para escoger a su profesor-líder y no podrá ser evaluado sino por otros docentes-líderes de cualquier parte de la república. La modalidad podrá ser presencial, virtual o a distancia. Y la elección de los docentes-evaluadores será al azar.

 

Esta contrarreforma establece que se aprende más cuando un conocimiento se transmite por lo que los educandos se transformarán en los enlaces y transmisores de los conocimientos apropiados para sus pares y generaciones venideras.

 

La escuela será un espacio seguro y abierto las veinticuatro horas, todo el año. Los docentes cubrirán un turno máximo de ocho horas, siendo éste rotativo —en espacio y tiempo— según las exigencias propias de cada espacio escolar.

 

Los alumnos se transformarán en investigadores, en un contexto de equidad, inclusión y pertenencia; estarán facultados para elegir un área específica del saber, un mínimo de materias básicas, el horario ideal para recibir una retroalimentación para su autoaprendizaje y para re-direccionar sus aprendizajes y el planteamiento de nuevas metas alcanzables en el conocimiento.

 

El aula como espacio físico y fijo dejará de existir por lo que en adelante se le conocerá como módulos del saber y será cualquier espacio en donde un grupo de investigadores o aprendices se reúnen con la finalidad de analizar métodos, innovar en la búsqueda y plantear nuevas áreas de oportunidades en la generación del conocimiento.

 

El docente tendrá el papel de proveedor y no el depositario del conocimiento. Será un investigador de excelencia y su compromiso con la educación será el de proveer herramientas, retos, rumbos y directrices en la búsqueda que los alumnos-investigadores a su cargo llevarán a cabo, sumándose a los diversos grupos que le requieran en el papel de líder, por lo que no tendrá una adscripción fija sino itinerante.

 

Se establecerá una jerarquía del saber, siendo todos iguales en la búsqueda y generación del conocimiento, bajo el axioma ineludible de “el que sabe, sabe”.

 

Serán los docentes, con base al presupuesto asignado, los que decidirán sus salarios, días de trabajos, bonos y compensaciones, teniendo como tope salarial el proporcional al devengado por el anterior director del INFONAVIT, siendo el mínimo de su percepción el costo neto de tres viviendas de una recámara o su equivalente en UDIS o VSM.

 

Por último, esta contrarreforma aclara que el primer módulo del saber es el hogar. Es en el hogar en donde se genera el primer contacto con un conjunto de saberes y de búsqueda del conocimiento.

Por lo que el Estado reconocerá, estimulará y facilitará el rol de padres que investiguen y promuevan, en el hogar, la generación del conocimiento autónomo.

 

El estado proveerá todas las herramientas indispensables: las tecnologías, las alimentarias, psicológicas, emocionales, pedagógicas, espaciales y económicas para consolidar las bases sólidas en la búsqueda del conocimiento, por lo que los progenitores podrán llamarse “padres que investigan”.

 

El Estado garantizará la educación de un solo descendiente.

 

Reconoce esta contrarreforma el axioma de que “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Por lo que el pilar de este contraproyecto será el adulto mayor.

 

Y en sintonía con la inclusión y la no discriminación existirá una nueva carrera que se denominará licenciado en izquierdo, ya que “el pueblo se cansa de tanta pinche tranza”. Considerando a los leguleyos y jueces actuales como la mafia del papel, por ello de las copias.

 

Una última propuesta: que las universidades del nuevo gobierno se llamen Universidad del Conocimiento dejando descansar a don Benito Juárez, cuyos ideales respondieron a un momento histórico. Esta idea —la de la universidad del conocimiento— no es nueva, ya existe en Arabia.

 

No me quiera acusar como al gobernador de Jalisco que plagió casi una tesis doctoral completa en su afán de construir en el estado de Jalisco una región autónoma, con miras a una separación de facto de la federación.

 

Nadie advirtió al copy-gobernador que existe el manual APA. ¡Regálenle una copia!

 

Alfaro está en sintonía de la moda de crear un constituyente para hacer de Jalisco, el Jalisco del huchicol, mejor conocido como Jaliscotitlán de los ductos. Al separarse, Jaliscotitlán podrá hacer trueque: tequila por gasolina. Este proyecto puede incluir a Guanajuatotitlán de las mangueras e Hidalgochicol de las llamas.

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