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Opinión || José Carmelo Zavala Álvarez

by José Carmelo Zavala

Autos encarecen vivienda en 30% y tienen más seguridad que las personas

Hay grandes retos para nueva Secretaría de Movilidad Urbana Sustentable

 

Para lograr una movilidad urbana sustentable Tijuana no puede seguir siendo una ciudad diseñada para los carros, porque los carros ocupan más espacio que las personas, encarecen la construcción de vivienda en un 30 por ciento, los usamos tres horas al día y requieren más seguridad que las personas.

 

Los carros se convirtieron en el colesterol de las vialidades y si se sigue estimulando el uso individual de los automóviles privados nunca serán suficientes las calles, por más que existan y por más anchas que sean.

 

El uso individual del carro debe reducirse, no terminaríamos de hacer vialidades y estacionamientos en casas y comercios; claro que la transición de un modelo es dolorosa y puede ser muy larga y traumática, más cuando no hay una solución única, sino un menú de soluciones parciales que deben articularse, cosa que no siempre sucede con éxito.

 

Se debe repensar la movilidad urbana, impuesta de origen por el desarrollo urbano no planeado integralmente y que obliga a grandes y aventurados traslados diarios para las actividades rutinarias.

 

Lo ideal sería que la primera opción de movilidad fuera caminar, para lo cual necesitaríamos tener cerca trabajo, escuelas, comercio y servicios; la mejor señal de salud y seguridad urbana sería ver a los niños caminar solos a la escuela sin riesgos, pero eso es posible solo en una ciudad planeada con, entre otras cosas, usos de suelo mixto.

 

Entre las opciones por articular para una movilidad sustentable se requiere brincar a un transporte público que sí compita en tiempo y comodidad con el carro particular, lo que implicaría rescatar al Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT), el cual aún sobrevive, con todos sus dolores de parto y luego huérfano y con padrastro.

 

La medicina suele ser amarga, pero qué tal estacionamientos muy caros en zonas céntricas para que los carros no sean bienvenidos; zonas exclusivas para peatones; privilegiar la bicicleta; transporte público moderno, que incluya unidades nuevas y el uso de combustibles limpios.

 

Otra de las soluciones en el menú, añadió, es reducir estacionamientos en viviendas verticales, impulsando las opciones de movilidad con transporte público para aumentar la densidad de personas, no de carros, además de estimular en redes, entre familiares, amigos y compañeros de trabajo el uso colectivo de los carros.

 

También podría existir un código de construcción con límite máximo de estacionamientos, no como hoy que establece mínimos, obligando y aumentando costos de construcción de vivienda en un 30 por ciento, lo que resulta en una paradoja: el carro puede tener más espacio y seguridad que las personas.

 

Se necesitaría también, convertir a gas natural vehicular o a electrónicos las flotillas de uso intensivo, como los vehículos del gobierno, de empresas y de transporte de personas, además de que en el presupuesto fiscal deberían etiquetarse mayores recursos públicos orientados al trasporte público, no al privado.

 

La movilidad sustentable impacta positivamente en la salud pública porque mejora la calidad del aire que hoy genera enfermedades respiratorias; habría que hacer una contabilidad precisa de los beneficios a la salud y a la construcción de comunidad, porque el carro de uso individual aísla, pero caminar o usar bicicleta promueve salud y el contacto con otras personas.

 

Aunque sería doloroso temporalmente, otra opción es más espacio y derecho de paso para el transporte público y mayor restricción al trasporte privado; falta construir y estimular el mercado, la rentabilidad por volumen y uso de transporte público, para que sea eficiente y moderno, de lo contrario es una trampa: pocos usuarios, poca rentabilidad.

 

En síntesis, se requiere un desarrollo urbano orientado a la movilidad y dar un giro al concepto para que el uso de carro personal no sea ya la primera opción de movilidad, de modo que la expectativa puesta en la nueva Secretaría de Movilidad Urbana Sustentable de Tijuana es muy alta, todos debemos abonarle para que tenga éxito, porque buena parte de la salud de la ciudad dependerá de eso.

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