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LA NOCHE DE LOS NAHUALES || Benjamín M. Ramírez

by Benjamín M Ramírez

A pocos días de que inicie el nuevo ciclo escolar es necesario retomar algunos datos sobre los gastos que suponen para los padres de familia la escolaridad que brindan a sus hijos.

 

Insisto en el «fabuloso» salario de la clase obrera puesto que con anterioridad la clase gobernante a través de uno u otro funcionario han sostenido que se puede vivir muy bien con seis mil pesos al mes o que noventa o los cien pesos de salario mínimo diario es demasiado para el proletariado.

 

Según lo señaló el diario Excelsior en su portal electrónico consignado el día 22 de febrero de 2011, Ernesto Cordero, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) —durante el gobierno de Felipe Calderón—, aseguró que «Hay familias mexicanas que con ingresos de seis mil pesos al mes tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas’, de ahí que expresó la necesidad de mantener la estabilidad de precios en el país».

Recuerde que el salario mínimo fijado para este año ha sido de ochenta y ocho pesos diarios con 36 centavos, lo equivalente a poco menos de cuatro dólares con setenta centavos.

 

Los políticos de siempre y su plausible deseo de bien hacia los asalariados, han pensado que aumentar el salario mínimo podría crear una crisis y devaluación de tal modo que nunca dejaron crecer el flamante salario mínimo que es rebasado por una canasta básica que se encuentra por las nubes. Aunque es necesario recalcar que las intenciones ya se mueven para “pensar” en incrementar el salario mínimo.

 

Y sí los políticos han errado en sus predicciones sobre los salarios y sus posibles aumentos, escuchamos propuestas de cien pesos al día con Ricardo Anaya, trescientos con el Bronco y el doble con Andrés Manuel López Obrador, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, aseguraba que con noventa y cuatro pesos un mexicano tiene una vida digna.

 

Así lo señaló el Siglo de Torreón en su página electrónica el día 1 de junio de 2017:

 

Un mexicano que vive en una zona urbana requiere de 94.06 pesos para alimento, vivienda, transporte, vestido, salud, comunicación, artículos de esparcimiento, educación, cultura y recreación de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), organismo que depende del sector público.

 

Aseguraba el CONEVAL que “Con 2 mil 822 pesos mensuales o 94 pesos diarios, se alcanzaría la línea de bienestar, si se consideran los precios de los alimentos, bebidas, bienes y servicios al mes de abril del 2017”.

 

Además, llegó aseverar que solamente se debe gastar 7.7 pesos diarios de transporte, es decir 231 pesos al mes.

 

En educación, cultura y recreación el CONEVAL calculó que una persona que vive en zona urbana requerirá 278 pesos mensuales; para vivienda y servicios de conservación 205.99 pesos.

 

En vestido, calzado y accesorio 178 pesos al mes, 75.73 pesos en cuidados personales, 75 pesos en limpieza y cuidados de la casa, 186 pesos en cuidado de la salud.

 

Las cifras no han cambiado de forma drástica ya que el salario mínimo no rebasa los noventa pesos y tampoco se han visto plasmadas las exigencias de la clase obrera que clama por una tregua entre precios y salarios y más aún cuando se presentan los gastos que supone cada ciclo escolar.

 

Haga las cuentas: un obrero en promedio en esta frontera gana aproximadamente un mil doscientos pesos a la semana, —cuatro mil ochocientos pesos al mes—. Ubique los gastos cotidianos de transporte, alimentación y servicios. Debe añadirse los gastos que por conceptos de uniformes, deportivo y de gala, calzado y cooperación voluntaria para mantenimiento de los espacios escolares.

 

Puedo afirmar con pruebas en la mano que sólo en uniformes ya se fueron alrededor de mil quinientos pesos, seiscientos pesos por concepto de calzado escolar y otro tanto por zapatos deportivos. Se considera el gasto por concepto de escolaridad por un solo hijo. El gasto puede variar si se tiene inscrito a más de uno en diferente nivel.

 

Si el proletariado puede hacer “milagros” —y me anoto en la lista— con tan «flamantes, fabulosos y jugosos salarios» por qué la alta burocracia y su abogada #XóchitlGálvez, —política venida a menos— no podrá conjugar la disminución de sus insultantes salarios y haberes devengados y sus gastos después del 1 de diciembre del año en curso.

 

Algunos egresos en viáticos: gasolina, chofer, servicio de telefonía móvil, gastos de representación, boletos de avión, comida y un interminable rosario de gastos superfluos como café y galletas, cargados a las costillas del erario y del contribuyente resultan insultante en un país sediento de oportunidades laborales con un mejor salario.

 

Debe saber que a un mayor nivel de vida los gastos se incrementan. Piense en el costo de la energía eléctrica. El refrigerador, el horno de microondas, incrementan el costo del pago por concepto de energía en comparación a contar sólo con un par de lámparas. Añada el gasto por el uso de telefonía móvil, servicio de internet, vehículo automotor, escolaridad privada; y así, en una espiral de gastos que se incrementan conforme se eleva el nivel de bienestar.

 

Retomando lo que dice el CONEVAL se puede vivir y bien con noventa y cuatro pesos, se puede vivir bien y con dignidad. Haga usted las cuentas.

 

Para concluir, al que le hacen los mandados es al alcalde de Tijuana. Esta ciudad fronteriza ocupa el lugar número cinco de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, en donde el nivel de violencia ha alcanzado y rebasado los niveles registrados en el 2008.  Lo único que puedo asegurar es que nada es seguro.

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