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LA NOCHE DE LOS NAHUALES || Benjamín M. Ramírez

by Redacción tijuanaenlinea

Pocos son los días que faltan para la fiesta de las elecciones. El ímpetu del candidato puntero rumbo a la presidencia es más que notable, lo mismo que el rezago de quienes van quedando atrás, producto de la torpeza y desatinos de campaña. O de la sobrada autocomplacencia ciega.

Pocos son los asesores en el room war de cualquier aspirante a un puesto público de elección popular quienes se atreven a presentar evidencia clara y tangible del lugar en que se ubica al candidato, independientemente de las encuestas. De forma precisa, el último en enterarse es el suspirante a la ubre de la república, que da, y en abundancia, a sus hijos electos, los tributos de la clase plebeya.

La anécdota propicia es la que viví de cerca. La ola imparable de la izquierda en el sureste veracruzano era evidente, estruendosa e incontenible. Por cuestiones estratégicas de campaña me asignaron darle seguimiento al candidato tricolor emanado de las filas del aún poderoso sindicato petrolero, STPRM. Lo chistoso del asunto fue la asamblea general en la que se designó al candidato quien fungiera días antes como timonel en la sección 10 del STPRM.

El proceso de simulación era muy “similar” al priismo a ultranza, sólo que en este proceso de selección no cabía la palabra “simulación”. Todo estaba debidamente previsto, cumplidamente previsible. Las manos alzadas, los encargados de contar y constatar que las votaciones eran enteramente “mayoría visible”. Tal proceso en donde aparentar era el rito de casa debía cumplirse a cabalidad.

Con la experiencia acumulada había previsto que la campaña “no pegaba” no había “conexión” con el electorado, salvo los beneficios de rigor en época electoral: nimiedades que el respetable aceptaba con fervor y recogimiento religioso. Lo anterior y otras lecturas, principalmente en el rubro de propaganda y manejo de medios se lo comenté a mi jefe inmediato. «Ni lo menciones, menos frente a ellos», «Cumpla con su trabajo de cobertura y lo demás ya no es responsabilidad suya». Sabias palabras. La razón: podrían considerarme un saboteador, un infiltrado, un contra.

«Sólo era una lectura y podría estar equivocado», pensé. Obviamente una lectura sin apasionamientos, imparcial y sin compromisos. Y ello nada significaba puesto que no era lo que deseaban escuchar.

« ¿Verdad, que vamos bien?». —Sí. Es necesario redoblar esfuerzos, espeté.

« ¿Dos a uno y creciendo?». —Sí. Sin duda. Pero podríamos conseguir un cinco a uno para arrasar, solté.

El final fue catastrófico. La primera gran derrota de la izquierda al partido oficial, con todas sus artimañas, artilugios, compra y cooptación de voto, amenazas y todo lo que puede preverse en la guerra sucia del aparato de Estado con sus lóbregas intenciones de contención y presión de una derrota anticipada pero que no quisieron verla, aceptarla ni remontarla.

Cuánto más alto vuelas la caída es más estrepitosa, reza el viejo y conocido refrán.

Los del Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, podrían dormir en sus laureles o seguir motivados para “asegurar” un rotundo triunfo. No les bastará conseguir la primera magistratura sin conseguir la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión si lo que quieren es brindar un giro de timón con políticas públicas de beneficio social.

Sin duda, Andrés Manuel López Obrador, tiene un 96% de ganar la presidencia de la República, tal como lo estiman las diversas casas encuestadoras. La pregunta obligada es sí ganará el país, los ciudadanos, con los aciertos de un  nuevo gobierno o se dará continuidad a las vicios de antaño. Dudo mucho que así sea pero ya estamos curados de espanto. Sucedió con FOX y su música, cual canto de sirena, el amanecer del 1 de julio del año 2000.

Hoy, en menos de 24 horas he recibido más de cuatro llamadas “Anti-PG”, principalmente en lo que se refiere a la candidatura de Nestora Salgado y la “amnistía”, consistente en abrir las puertas para que los delincuentes, maleantes y otras calamidades salgan cual males de la caja de Pandora. No quise seguir escuchando la grabación puesto que interrumpía la hora sagrada de la convivencia familiar. Es obvio que no es la primera vez que esta tanda de propaganda en contra de López Obrador ha llegado a mis oídos a través de mi número móvil desde el 6168993011. Ya por la madrugada, ya antes del amanecer.

Desde aquí hago la denuncia en contra de esta campaña que lesiona los principios de imparcialidad y que atenta contra una incipiente democracia que está en riesgo debido a la acción tímida, anonadada y anodina del INE ya por acción o por omisión frente a la inicial comisión de delitos electorales. ¿Quién es el responsable de estas llamadas inoportunas? ¿Quién contrató este paquete en tandas infinitas de guerra sucia? ¿Por qué el INE no persigue por oficio este tipo de acciones?

O en estas soterradas acciones de inanición institucional pretenden posicionar a los de siempre. En los escaños que por legado de sangre le pertenece a la clase gobernante. Así como en Veracruz. Donde los Yunes, nobles y vitalicios herederos del feudo veracruzano, ya como Duque, Conde, Marqués, Barón constituyen la familia real. Empecinados ellos, que a fuerza de razones de Estado, buscarán a toda costa granjearse la simpatía de los veracruzanos en su afán de quedarse con la conducción de Veracruz in perpetuum.

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