Inicio » OPINIÓN » “Segunderos” aporte ecológico al extender vida de productos

“Segunderos” aporte ecológico al extender vida de productos

by Redacción tijuanaenlinea

Es tiempo de reconocer, revalorar y estimular la contribución que el comercio de segunda mano aporta para la protección del ambiente, al ser motor de una economía circular que extiende el ciclo de vida de los productos y combate la obsolescencia programada con la que muchos de ellos salen al mercado.

 

Los comerciantes llamados “segunderos” realizan servicios ambientales de gran ayuda al ecosistema urbano, al descubrir fallas de la ingeniería de producción de algunas mercancías y repararlas.

 

Debemos apreciar esa reingeniería de los llamados segunderos, porque a veces son sólo pequeñas piezas de muy bajo costo las que fallan y provocan que el producto completo sea desechado por el primer consumidor, pues a pesar de las rigurosas pruebas que implica el diseño de nuevos productos, la prueba definitiva es el uso diario del consumidor.

 

 

Los “segunderos” realizan servicios ambientales al cambiar piezas como, por ejemplo, la bomba del agua en una lavadora; este aporte debe reconocerlo la sociedad y los gobiernos, para darles estímulos que faciliten su trabajo, aumenten el impacto ambiental positivo del reúso y permitan avanzar hacia una economía circular.

 

Yonkeros, comerciantes de carros usados, llantas usadas, madera usada, artículos electrónicos y electrodomésticos, muebles y vendedores de otras de las llamadas mercancías populares, hacen un trabajo relevante para lograr el ciclo de vida extendido de esos productos y esta es una enorme contribución a la economía circular.

 

Hay ejemplos muy frecuentes de ciclos de vida en las lavadoras que los “segunderos” reviven, ya sea subsanando detalles estéticos o cambiando piezas; la experiencia de años los hace saber el costo de reacondicionar una lavadora, un refrigerador, un microondas, y su conocimiento de marcas y modelos orienta al consumidor.

 

Los modelos más duraderos no siempre son los más modernos, en el segmento de lavadoras, las fabricadas en los años ochenta duraban hasta veinte años, mientras que los modelos recientes apenas sobreviven de tres a cinco años, pero esto no es exclusivo de las lavadoras, hay ejemplos en cualquier giro, desde electrónicos, hasta carros.

 

Los “yonkeros” saben con mucha certidumbre las autopartes usadas más buscadas en cada carro; en el caso de eléctricos y electrodomésticos, es común que una sola pieza falle y resulte en la pérdida de todo el producto, pero los “segunderos” tienen una contribución destacada, pues al reponer la pieza evitan que el producto se deseche.

 

Cuando un producto falla en un corto plazo, ¿es error de diseño o es obsolescencia programada? Triste es reconocer que algunos fabricantes deciden el tiempo corto de vida de sus propios productos, en un equívoco afán de seguir creciendo la producción; para el consumidor inteligente, el consumo sostenible debe ser la norma.

 

La actualización del producto muchas veces puede resultar una trampa, la mayor eficiencia energética puede ser un argumento incompleto si no se suma huella ecológica de producción más la de operación; por ejemplo, un carro nuevo ya llega con treinta por ciento de pasivo ambiental por el impacto ambiental de su fabricación.

 

Para conocer más acerca de la economía circular, te sugiero el Seminario Baja Sustentable organizado por el CIGA, en el que podrá aprenderse de ejemplos prácticos desde la visión del ingeniero bioquímico Arturo Rodríguez, subprocurador a nivel nacional de la Inspección Industrial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

 

El seminario se realizará en Tijuana este viernes 26 de enero de 8 a 14 horas y en Ensenada el sábado 27 de 9 a 12 horas, ambos en los edificios sede de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de cada ciudad, por lo que te invitó a inscribirte al correo [email protected] o al teléfono 664 3 67 39 67.

Los temas a tratar en el seminario serán: economía y desarrollo sustentable; economía lineal; eficiencia ambiental; ciclos de materiales; biomimetismo; ecología industrial; economía circular y desarrollo sustentable, obteniendo los asistentes constancia de participación.

 

Es preciso regular un tiempo de vida mínimo de los productos para protección de consumidor y del planeta; en la historia del comercio de segunda mano podemos hablar de una economía circular experimental, está viva en la experiencia de esta frontera norte, pues de alguna forma en esta región somos pioneros a nivel nacional.

 

En su afán de dar un mejor “servicio al cliente”, muchos comercios aceptan la devolución de productos, pero esto ha sido mal entendido y ha estimulado el hiperconsumo, pues algunos productos se regresan sin razón aparente, ocasionando que muchos se desechen en condiciones de operación normal, por lo que invitó a reflexionar sobre esta realidad que, en el discurso, se vende como una ventaja para el cliente.

También te puede interesar