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LA NOCHE DE LOS NAHUALES – Opinión de Benjamín M. Ramírez

by Redacción tijuanaenlinea

Benjamín M. Ramírez

 

Y el presidente salió a informar:

Un presidente en campaña. Hemos ganado, Señor Presidente.

El gobierno federal no tiene qué, ni debe celebrar.

 

El dispendio para promocionar la imagen desgastada de un presidente, alusivo al V informe de gobierno, un informe anodino sobre el estado que guarda la administración pública federal, ha sido desatinado y  exorbitante.

 

La cruzada promocional del informe, de un presidente que parece que anda en campaña no impacta en la ciudanía y eso es la muestra clara de un gobernante que presenta el más alto índice de desaprobación en la historia de la República.

 

A más de 70% de la población no le importó el discurso insulso de EPN. Prefiere el futbol y el box.

 

En la búsqueda de reflectores y de las cámaras que apuntalen los últimos meses de su gobierno, el gasto exorbitante representa un insulto  a los mexicanos. Es un insulto “in situ”.

 

Los compromisos incumplidos, el rezago social, el dispendio en la autopromoción y el pantano laboral sumergen a esta patria nuestra en un infierno, donde quienes infringen la ley son absueltos por el poder.

 

El autoelogio, el aplauso pagado, la mediación y la vaciedad hicieron presencia en el discurso alusivo al V informe.  Es vergonzante manifestar que el problema de seguridad pública disminuye. El sentir de la población amenazada en su persona, en sus bienes, en su hogar y en su integridad dice lo contrario.

 

¿Dónde quedan los miles de desaparecidos? Si México es tierra fértil para la siembra de cadáveres ¿quién o quiénes se benefician con el usufructo de la cosecha? La población está presa, inerme e inerte, callada y aplastada por la ola de violencia que se respira desde la cotidianidad.

 

En el país, el dolor de las madres de los desaparecidos no encuentra eco en la insensibilidad de los que detentan el poder. ¿Cuántos muertos se tendrán que sembrar para respirar un “México en paz”?

 

La receta es muy simple. Volver al concepto de justicia. Darle a cada quien lo que le corresponde. El que se porte mal que sea castigado y que repare el daño infligido.

No sé usted, pero yo no puedo ver el “México próspero” del Señor Presidente: cuando más de 55 millones de mexicanos siguen siendo pobres, cuando el desempleo es un ave rapaz que consume los hogares de las familias mexicanas.

 

Y erradicar la pobreza en nuestro país, según EPN es posible en diez años. Su partido se ha tardado más de 70 porque es necesario conservar  a los pobres como potenciales clientes en el 2018.

 

EPN no ha cumplido, con todo lo que firmó ante notario.

 

  1. Nos falta una refinería.
  2. Nos rebasan los delincuentes y nos falta seguridad.
  3. El gas, la electricidad y las gasolinas son más caras cada día.
  4. Nos sobran impuestos.
  5. Nos sobran 100 diputados que prometió eliminar.
  6. Sobran gobernadores corruptos que han saqueado al erario público y que aún no son juzgados.
  7. Rebosamos en inmundicia e impunidad.

 

A EPN, perderá con cronos. No contará con tiempo ni voluntad para cumplir sus promesas.

 

Tal parece que nuestro ejecutivo federal ya está en campaña. No quiere dejar el poder y perfila perpetuarse en él. Le quedan días o meses de gobierno. El candidato del tricolor le faltará tiempo para lograr conseguir un papel decoroso. Perder en buena lid.

 

Lo bueno para el país es que la selección nacional ganó ante el cuadro famélico y torpe de Panamá que sin ser rival para la escuadra nacional sucumbió para el beneplácito de los gobernantes en turno. Ganamos, Señor Presidente. Ganamos. El partido, como si jugaran los de preparatoria contra los del jardín de niños.

 

Es necesario cambiar de rumbo.

 

Que en el imperio del silencio, del oprobio, de la maldad y la mentira, donde reinan la injusticia, la desigualdad y el terror se propague la esperanza.

 

Basta del silencio que aniquila a la voz que se irradia en el desierto de los oídos sordos del poder. Que se eleve el murmullo y los sollozos sofocados por la infamia y necedad de los poderosos.

 

Despertemos de la pasividad que da paso al olvido, a la resignación y al desaliento.

 

Que se lance la búsqueda de los ideales humanos, el derecho a la paz, al salario digno, a la justicia y la verdad.

 

Que la llama de la estupidez humana y el discurso fatuo, lleno de sandeces y promesas vanas disminuyan su calor, su volumen, su canción… de eternas sirenas apocalípticas que con su canto duermen a las mentes de quimeras rebosantes, que aniquilan los sueños y sumergen en letargo eterno el ideal sagrado de vivir en paz.

 

Guardemos silencio por quienes lloran sus desapariciones, que el llanto llegue a altos decibeles clamando paz a sus corazones y tranquilidad en sus almas…

Benjamín M. Ramírez.

Es profesor de Educación media Superior. Candidato a Maestro por la Universidad Pedagógica Nacional, UPN. Cuenta con una amplia trayectoria como profesor universitario. Ha sido profesor de Opinión Pública y Propaganda. Posee con una especialidad en Filosofía. Colabora esporádicamente en algunos medios regionales del sur de Veracruz. Ha sido corresponsal en Radio en su natal Veracruz. Es experto en temas electorales y propaganda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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