Faltan días para que el titular de la SCT sea removido del cargo o trasladado a otra dependencia. Aunque es poco probable que el Secretario de Comunicaciones y Transporte, Gerardo Ruiz Esparza, abandone el círculo de los más cercanos al presidente de la República.
Lo que sí es innegable es el estado destrozado de las carreteras y caminos de cualquier ciudad del país, desde las grandes urbes a las localidades de menor población. EPN quiso superar la infraestructura del porfiriato y no lo ha logrado.
Las vías férreas instaladas por don Porfirio aún perduran en el tiempo mientras que las obras del sexenio se van a pique en cada tramo de terreno socavado. La mala calidad en la construcción denota que detrás de las obras se ha afianzado y reafirmado el piso de la corrupción y con ello, la muerte de decenas de personas. No hay hoyo que perdure ni trienio o sexenio que lo tape.
En cuanto a los grandes compromisos del Estado signados en la Carta Magna en brindar seguridad a la población, los poderes de la Unión —Ejecutivo, Legislativo y Judicial— le quedan a deber a la ciudadanía y por mucho. Tan es así que la SCJN ha dado pie en brindar libertad condicional a los que han sido sentenciados por delitos considerados graves y que en el Nuevo Sistema de Justicia Penal ya no lo son. Por ejemplo, la portación de armas de uso exclusivo del ejército, robo con violencia y lesiones. Como sostiene el legislador del PES, Luis Moreno: “la delincuencia organizada también legisla”.
Lo anterior no resultaría preocupante si no fuera porque el escenario de violencia, de inseguridad y criminalidad es incalculable. Una carnicería humana, y no hay autoridad que lo advierta y lo prevenga. Como si esta mortandad fuera lo esperado.
En Canadá existe un hecho recurrente y sangriento que sirve para ilustrar la realidad que vive el mexicano en su andar cotidiano.
Es en la época de escasez cuando lobos y conejos ven mermada su población. Los conejos, debido a su propia naturaleza, se reproducen de tal manera que se convierten en una verdadera amenaza en la cadena alimenticia.
Así, los pocos lobos sobrevivientes cuentan con abundante alimento lo que propicia que la cantidad de los depredadores, principalmente lobos, aumente de manera descomunal. Entonces empieza la hecatombe.
La sangre corre en abundancia y por doquier hasta reducir de forma drástica y fenomenal al maremágnum de conejos que ven amenazada su sobrevivencia hasta quedar reducidos a unos cuantos. Quedan los más fuertes. Y así, la trama alimenticia se nutre con la sangre de la población más vulnerable.
En estos días el cabildo de Tijuana abordará el alquiler de las luminarias para las calles de esta ciudad fronteriza.
Para quienes no lo sepan el ayuntamiento ha contratado en alquiler: camiones para la recolección de basura, patrullas y luminarias bajo el argumento de que la alcaldía no cuenta con la capacidad económica para comprar de contado, ni a crédito, lo necesario y otorgar algunos de los servicios básicos y urgentes que por ley le corresponde brindar: limpia pública, seguridad y alumbrado.
Desde hace unos días Juan Manuel Gastélum no ha parado de “explicar” en qué consisten los susodichos contratos de arrendamientos y su operatividad y obviamente, las bondades detrás de todos estos contratos de alquiler: el ahorro por varios miles de millones de pesos y que el ayuntamiento no se endeuda más de lo que ya está. Dichos contratos pesarán sobre la espalda de las arcas municipales durante varios trienios.
El problema quizá se reduce a la opacidad, a la falta de transparencia y conocer quiénes son los directamente beneficiados con toda esta gama de productos de alquiler.
Algo me llamó poderosamente la atención cuando en entrevista televisiva el alcalde manifestó que hace falta iluminar la ciudad porque es en la noche y ante la falta de visibilidad cuando se comete el mayor número de delitos, principalmente robos.
Lo que debe saber el ejecutivo municipal es que los hurtos a transeúntes, casa-habitación, comercios y demás afectados se dan a plena luz del día. Y con las modificaciones a la ley, con el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, los amantes de lo ajeno se darán goce al robar lo poco que tienen los que son despojados de sus escasas pertenencias en cualquier momento. La delincuencia ya ha conseguido horario extendido.
Parafraseando al diputado Luis Moreno la delincuencia organizada también tiene representatividad, y están bien incorporados, en todas las esferas del gobierno.
¿Qué le queda por hacer a la población? No tenga miedo. Usted puede ser lobo o conejo.
Debe defenderse con todas las armas a su alcance. El único problema al que se podrá enfrentarse es que usted no cuenta con la representatividad gubernamental y debe saber de antemano que el gobierno no acepta competencia, sin pasar por alto que las leyes protegen más al delincuente que a la víctima. Los testimonios contrastan al sentido común.
Y si lo anterior fuera poco, el cabildo tijuanense autorizó elevar el costo del pasaje del transporte público. Mermando con ello a la ya precaria economía doméstica. Mero protocolo. Los señores calafieros y ruleteros ya habían ajustado sus tarifas desde el inicio del año. Ante las quejas y denuncias la autoridad fue sorda ante los reclamos de la población. Falta conocer si los señores concesionarios acordarán concertar los aumentos en sus costos a partir de la tarifa que ellos han dispuesto o ante la tarifa oficial anterior. Siendo el servicio de transporte público en Tijuana uno de los más caros y deficientes del país.
Benjamín M. Ramírez.
Es profesor de Educación media Superior. Candidato a Maestro por la Universidad Pedagógica Nacional, UPN. Cuenta con una amplia trayectoria como profesor universitario. Ha sido profesor de Opinión Pública y Propaganda. Posee con una especialidad en Filosofía. Colabora esporádicamente en algunos medios regionales del sur de Veracruz. Ha sido corresponsal en Radio en su natal Veracruz. Es experto en temas electorales y propaganda.
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