Tijuana, 24 de abril de 2024.- El presidente de la Coalición para la Participación Social en la Educación (Copase), Alfredo Postlethwaite Duhagón, emplazó a la gobernadora Marina del Pilar Ávia Olmeda a “poner el corazón por delante” y liderar una reforma cualitativa en el sistema educativo estatal. “Si no existe una institución pública que brinde a nuestros niños y jóvenes una educación de calidad, no habrá un futuro favorable para Baja California”, advirtió.
Postlethwaite Duhagón dijo que llegó la hora de ver menos el espejo retrovisor y asomarse más por la ventana de las oportunidades. El peor ciego es aquel que no quiere ver, dijo al señalar que la educación debería servir para la transformación de vidas y sociedades, y para sentar las bases para un mejor futuro y generar condiciones para un desarrollo con mayor bienestar y equidad para la sociedad.
El presidente de la Copase destacó que hoy la educación en la entidad se encuentra en la incertidumbre y con preocupación constante ante los efectos adversos de la pandemia. El mensaje dado por su administración —espetó a la gobernadora—, nos deja un mal sabor de boca, “pues consideramos que hoy no tiene altura de miras ni voluntad para construir acuerdos en aras de buscar soluciones a los grandes desafíos educativos”.
Además, agregó, “y en sintonía a su directriz errónea”, las autoridades estatales prefieren impulsar un montaje teatral de “vamos bien”, defendiendo el modus operante de una dependencia pública “cada vez más deficiente, costosa y burocratizada”.
La evidencia de los resultados —señaló Postlethwaite— que difícilmente puede negarse o desacreditarse, revela que la gran mayoría de alumnos no cuentan con las destrezas, conocimientos y actitudes que necesitan para su desarrollo personal y para ser ciudadanos activos e integrados en la sociedad. “Es así de grave: Baja California retrocede mientras otras naciones y entidades en el país, avanzan”.
Por ello reiteró que la Copase y un grupo multidisciplinario de 50 instituciones educativas, empresariales, fundaciones y asociaciones civiles, “han insistido en más de diez ocasiones durante su mandato” en iniciar un diálogo permanente de pensamiento crítico que permita lograr un consenso y poner en marcha un Plan Educativo Emergente que impulse un cambio de paradigma que sea capaz de redefinir los principios y ejes temáticos fundamentales, tales como la participación social, innovación y tecnología, transparencia y evaluación independiente y un acuerdo social con visión prospectiva transexenal.
Denunció que desafortunadamente los reiterados llamados al dialogo han sido ignorados. “El desinterés gubernamental demuestra la incompetencia política para resolver las demandas más apreciadas de las familias”.
Alfredo Postlethwaite Duhagón indicó que hay una premisa insustituible para el logro de este objetivo: “se inicia con una voluntad política de la gobernadora del estado que inspire al dialogo y a la acción colaborativa para reconocer, enfrentar y resolver los problemas del sector educativo”.
Pidió, “si creemos en la justicia y movilidad social que proporciona la educación de calidad”, no abandonar a los maestros, directivos escolares, padres de familia y, especialmente, a los niños y jóvenes por la indiferencia y falta de visión; ellos merecen y necesitan algo mejor. Sugirió aceptar la realidad como parte de la solución; “la vida de los niños siempre es hoy, mañana será demasiado tarde”, sentenció.
Y ratificó el llamado de la Copase al diálogo y su compromiso de continuar colaborando con el Gobierno del Estado y los actores sociales para llevar a cabo una reforma estructural y efectiva en pro de la educación en Baja California.
