El poder y no el dinero es lo que te hace diferente. Aunque los dos recursos casi siempre van de la mano. Aunado a ellos, imagine si formas parte de las dos mil 623 familias que gobiernan al país, las dueñas de los medios de comunicación, empresas, corporativos inmobiliarios, bancos, instituciones educativas y demás. Apellidos que rara vez verás en los medios de comunicación, salvo los más poderosos.
Y aquí subyace la fuerza de Mexicanos Primero. Aquí yace la fuerza de Claudio X. González, a la postre uno de los hombres más ricos de México. Ellos le temen a la oclocracia y su riqueza en sueños. El apellido de la Asociación Civil, lo dice todo. No busca en primera instancia la calidad de la educación sino la educación al servicio del poder.
Si se habla de educación me gustaría que se empezara por las condiciones físicas en las que se encuentran miles de instituciones educativas a lo largo y ancho de la república. Instituciones en donde dos litros de cloro y tres kilos de jabón constituyen el material de limpieza para todo el ciclo escolar. No hablo de las condiciones de los sanitarios o si cuentan con agua potable o servicio de alcantarillado. Todo lo que afirmo lo he constatado con mis propios ojos: en la sierra madre oriental o en la zona más pobre de México y del municipio en Zongolica; Tequila, Chiconquiaco, municipios todos del estado de Veracruz, en la sierra de Guerrero y Michoacán.
Probablemente Mexicanos Primero estipula sus políticas detrás de un escritorio, como práctica de la más rancia y reacia burocracia. Hoy nos orienta y nos apremia, nos obliga y coarta a votar por el que defienda una Reforma Educativa que no existe.
Las instituciones educativas están más propensas a exigir la “colaboración” y “cooperación” de padres de familia, maestros y alumnos para solventar “algunos” de los gastos más apremiantes de cada institución. Empezando por el papel higiénico y el mantenimiento de los sanitarios o suspender las clases cuando las cloacas se encuentran a rebosar o no contar con agua corriente para el servicio sanitario. Con la promesa de “alguna manera” ser recompensados. El viejo binomio: premio o castigo, estímulo y recompensa. A pesar de que la educación, por ley, es gratuita.
Tal como lo estipula el artículo 12, párrafo V bis de la Ley General de Educación que a la letra dice:
V Bis.- Emitir, en las escuelas de educación básica, lineamientos generales para formular los programas de gestión escolar, mismos que tendrán como objetivos: mejorar la infraestructura; comprar materiales educativos; resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación entre los alumnos, maestros y padres de familia, bajo el liderazgo del director.
En las escuelas que imparten la educación media superior, la Secretaría establecerá los mecanismos de colaboración necesarios para que los programas de gestión escolar formulados por las autoridades educativas y los organismos descentralizados, en el ámbito de sus atribuciones, propicien el mantenimiento de elementos comunes.
Con lo anterior se sobreentiende un disimulado desinterés del gobernante por atender las condiciones más elementales de los centros educativos y que los padres de familia se encarguen del mantenimiento y conservación de los centros educativos.
Así que no venga “Mexicanos Primero”, en manada, con su discurso de “Calidad Educativa” y Reforma Educativa y su política del miedo, forzando a las audiencias a denostar al puntero de las encuestas electorales, influyendo así y contraviniendo a la ley al incidir de manera desproporcional en las elecciones federales, de manera tendenciosa, arbitraria, pueril y onerosa.
De antemano, la profesión más noble del universo, el ser docente, tal parece que está condenado a desaparecer. Las solicitudes de admisión para las escuelas normales han disminuido en un 70 por ciento.
Ser profesor ya no es tan atractivo. Con esto puedo afirmar como dicen los expertos en materia educativa que “cualquiera puede ser profesor”.
Y entonces tenemos a maestros idóneos siendo pésimos en clases y profesores no idóneos haciendo maravillas en los logros de los aprendizajes. El suelo no es parejo en la accidentada geografía del territorio nacional, mucho menos en de política educativa.
Espero que los maestros pasen la factura al actual gobierno y a la comparsa panista por todos los agravios sufridos en este y el pasado sexenio. Agravios que no pueden ni deben ser olvidados.
Los números no mienten. Si Andrés López Obrador les da miedo, mayor debe ser el temor ante las cifras. Tan sólo en Tijuana se registran de enero a marzo: 4,743 robos de autos; 686 homicidios,; 1,883 robos a casa-habitación; 881 robos con violencia; 1681 robos a comercio. Son las cifras del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California. Tijuana es una frontera de fuego.
Si aunamos los delitos que no se denuncian, en un 85%, las cifras deberían causar terror.
Pero el sistema no pretende cambiar, quiere darle continuidad a su política del miedo. El problema no es ser como Venezuela, el problema es seguir como México, reza un meme muy ad hoc. Por eso Anaya pretende pactar con el sistema, ése, el anquilosado y vetusto, senil y desorientado que nos mantiene y sumerge en el subdesarrollo, en la miseria y la desigualdad.
Debemos orientar nuestro voto a un mejor futuro, fruto del compromiso ciudadano y de las autoridades.
Los que ahora buscan con ansias tu voto, sus promesas, ya lo han reiterado durante décadas, elección tras elección. Tal parece que tratan con púberes sin memoria. Aderezando el atole que pretenden dar e infundir con el viejo tema del miedo, el del falso dilema.
Enviarán al payaso para comunicar que el circo se está incendiando. El sistema le apuesta a la violencia, al miedo y a la falta de memoria.
